DÍA 7: La historia de Jacob
DICIEMBRE 7
La historia de Jacob
Génesis 25, 1-34
Los otros hijos de Abraham
1 Abraham se casó con otra mujer, llamada Queturá,
2 y esta le dio varios hijos: Zimrán, Iocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj.
3 Iocsán fue padre de Sebá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumíes.
4 Los hijos de Madián fueron Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos estos son hijos de Queturá.
5 Abraham legó todos sus bienes a Isaac.
6 También hizo regalos a los hijos de sus otras mujeres, pero mientras vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos hacia el este, a las regiones orientales.
La muerte de Abraham
7 Abraham vivió ciento setenta y cinco años.
8 Murió a una edad muy avanzada, feliz y cargado de años, y fue a reunirse con los suyos.
9 Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la caverna de Macpelá, en el campo de Efrón, hijo de Sójar, el hitita, que está frente a Mamré.
10 Es el campo que Abraham había comprado a los descendientes de Het. Allí fueron enterrados él y su esposa Sara.
11 Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac, y este se estableció cerca del pozo de Lajai Roí.
Los descendientes y la muerte de Ismael
12 Esta es la descendencia de Ismael –el hijo de Agar, la sirvienta egipcia de Sara, dio a Abraham–
13 con los nombres de cada uno de sus hijos, según el orden de su nacimiento: Nebaiot, el primogénito de Ismael; luego Quedar, Abdeel, Mibsam,
14 Mismá, Dumá, Masá,
15 Jadad, Temá, Ietur, Nafis y Quedmá.
16 Estos son los hijos de Ismael; doce jefes de otras tantas tribus, que dieron sus nombres al lugar donde habitaron y a sus respectivos campamentos.
17 Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al cabo de ellos murió, y fue a reunirse con los suyos.
18 Sus descendientes habitaron desde Javilá de Sur, que está cerca de Egipto, hasta Asur. Y cada uno de ellos realizó incursiones contra todos sus hermanos.
Isaac y Jacob
El nacimiento de Esaú y de Jacob
19 Esta es la descendencia de Isaac, el hijo de Abraham. Abraham fue padre de Isaac,
20 el cual, a los cuarenta años, se casó con Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Padán Aram, y hermana de Labán, el arameo.
21 Isaac oró al Señor por su esposa, que era estéril. El Señor lo escuchó, y su esposa Rebeca quedó embarazada.
22 Como los niños se chocaban el uno contra el otro dentro de su seno, ella exclamó: «Si las cosas tienen que ser así, ¿vale la pena seguir viviendo?». Entonces fue a consultar al Señor,
23 y él le respondió: «En tu seno hay dos naciones, dos pueblos se separan desde tus entrañas: uno será mas fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor».
24 Cuando llegó el momento del parto, resultó que había mellizos en su seno.
25 El que salió primero era rubio, y estaba todo cubierto de vello, como si tuviera un manto de piel. A este lo llamaron Esaú.
26 Después salió su hermano, que con su mano tenía agarrado el talón de Esaú. Por ello lo llamaron Jacob. Cuando nacieron, Isaac tenía sesenta años.
Esaú vende su derecho de hijo primogénito
27 Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un hombre agreste, experto en la caza. Jacob, en cambio, era un hombre apacible y apegado a su carpa.
28 Isaac quería más a Esaú, porque las presas de caza eran su plato preferido; pero Rebeca sentía más cariño por Jacob.
29 En cierta ocasión, Esaú volvió exhausto del campo, mientras Jacob estaba preparando un guiso.
30 Esaú dijo a Jacob: «Déjame comer un poco de esa comida rojiza, porque estoy extenuado». Fue por eso que se dio a Esaú el nombre de Edom.
31 Pero Jacob le respondió: «Dame antes tu derecho de hijo primogénito».
32 «Me estoy muriendo», dijo Esaú. «¿De qué me servirá ese derecho?».
33 Pero Jacob insistió: «Júramelo antes». El se lo juró y le vendió su derecho de hijo primogénito.
34 Jacob le dio entonces pan y guiso de lentejas. Esaú comió y bebió; después se levantó y se fue. Así menospreció Esaú el derecho que le correspondía por ser el hijo primogénito.
Génesis 28, 10-15
10 Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán.
11 De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí.
12 Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban ángeles de Dios.
13 Y el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado.
14 Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra.
15 Yo estoy contigo: te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo».